lunes, 17 de mayo de 2010

Entre los dos puentes

En ese laberinto de paredes deterioradas, al margen de la rivera ,algunos vecinos tenían un pequeñísimo huerto, que combinaba peña y tierra ,suficiente para poder sujetar las plantas eran llamados los huertos de la rivera algunos tenían manantial propio y otros se abastecían del agua de la rivera ,no sin poco trabajo.
Antes de llegar al puente de piedra se pueden apreciar unos puntones que permanecen ahí impasibles al tiempo y a las circunstancias haciéndole mas corto y más directo el camino al que venia del torradal al pueblo, una vez superados los puntones una estrecha calle o callejón desde la rivera te dejaba ya en el pueblo.













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