Al final de este camino angosto y serpenteante, se llega al molino pero aun hay que bajar una pendiente, por lo que el acceso no era nada fácil. Y eso que cuentan antes del llegar al Tormes aun había otro, el molino de diablo
Hace unos 25 años se podia ver mejor su estructura
Sayago ha sido prodigo en aprovechar el curso de sus riveras, múltiples molinos harineros, o las ruinas de ellos, salpican el paisaje, son herencia de la época árabe. Salce no era menos mientras había corriente suficiente para mover sus pesadas piedras de moler, luego se desplazaban a las aceñas del Tormes que no perdía su caudal, al estar construidas en el rio molían durante todo el año.
Sayago ha sido prodigo en aprovechar el curso de sus riveras, múltiples molinos harineros, o las ruinas de ellos, salpican el paisaje, son herencia de la época árabe. Salce no era menos mientras había corriente suficiente para mover sus pesadas piedras de moler, luego se desplazaban a las aceñas del Tormes que no perdía su caudal, al estar construidas en el rio molían durante todo el año.
Calculo que como a dos kilómetros de pueblo nos encontramos con los pocos restos que quedan del molino de abajo, el ubicarlo allí concretamente, seria por el estudio de la zona el ingenio y las técnicas pasadas de generaciones anteriores, no se situaban caprichosamente, son pequeñas obras que tienen que resistir la furia de las crecidas en ocasiones, cada año. Este, además del abandono en su día, esta prácticamente siempre acariciado por las aguas del embalse que han ejercido un fuerte lavado y erosión en todo el y su contorno, se encuentra entre peñas y lástrales que encauzan el agua por un estrecho paso, ya solo se aprecia la presa y algo de la base del edificio, calculo que dejo de realizar sus funciones como tal, unos 70 años atrás, ya había sufrido anteriormente el abandono pero fue rehabilitado.
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