De los personajes y elementos que formaban parte del paisaje recuerdo con cierta nostalgia los negrillos de la detrás de la iglesia vieja, los cigüeñales y dos que estaban en la plaza de las campanimas el potro y la fuente.
La función que tenia el potro era inmovilizar a las vacas, bueyes, mulas, burros para herrarlos, era como una especia de jaula con cuatro columnas de piedra (prismas cuadrangulares) clavadas en el suelo formando un rectángulo, la altura rondaba los dos metros, en los costados laterales se colocaban unas vigas de negrillo o encina que se incrustaban en las piedras y en la parte delantera una con forma de yugo. Recuerdo esas vigas muy finas como pulidas incluso con brillo supongo que el uso había limado cualquier aspereza, algunas tardes nos metíamos ahí a contarnos confidencias como si nos protegiéramos de ser escuchadas otro día era el lugar ideal para encaramarnos y dar volteretas alrededor de sus palos.
Algunos veranos eran tan secos, que el agua escaseaba y se racionaba, solo había unas horas de agua al día, en esos momentos se aprovechaban mucho los manantiales y esta fuente nos regalaba su jugo para regar plantas, para dar de beber a animales etc. No era una construcción bonita, pero la recuerdo con mucho cariño calculo que tendría como tres metros o mas de profundidad, el interior estaba forrado en piedra hasta la superficie del suelo .A cada lateral subía una pequeña pared que formaba unos triángulos rectángulos donde se apoyaban grandes lanchas una o mas que servían de techo. Tenia muchas escaleras de piedra y hacia el fondo se estrechaba la anchura de la fuente ,para cuando estaba llena y evitar que el agua manada regresara a la fuente tenia una lancha vertical que sobresalía del suelo unos centímetros
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